De color ambarino brillante, presenta unas notas potentes a frutos secos, destacando sobre todo la almendra y la avellana, aunque también hay notas a nueces y a café. Se aprecian aromas derivados de la madera. En boca es muy seco y complejo, destacando por su amplitud y persistencia. Es un poco más suave que el amontillado, pero no tanto como el oloroso.

   

91 puntos WineSpectator 2019

90 puntos Guía Peñín 2019